Trece migrantes fueron encontrados muertos este martes en el Mediterráneo central a bordo de una embarcación a la deriva en la que viajaban 167 personas entre las que se encontraban madres y mujeres embarazadas, según informó la ONG española Proactiva Open Arms.
El fundador de Proactiva, Óscar Camps, informó inicialmente del hallazgo de once cadáveres; minutos más tarde la organización precisó que en realidad eran trece. "Trece cadáveres en total. Personas que tenían nombre, apellido, madre, padre, amigos y vida", subrayó la ONG.
¿Quien se responsabilizará de 11 personas muertas a la deriva? ¿Quien consolará a sus familiares a bordo?Gobiernos de #UE en sus manos está https://t.co/gToYM9NgCl
— PROACTIVA OPEN ARMS (@openarms_fund) 25 de julio de 2017
Paralelamente la ONG Save the Children salvó a otras 80 personas que viajaban en dirección a las costas europeas en una pequeña embarcación de madera, según recogió la agencia Efe.
BREAKING: Our search & rescue ship in Med has rescued 80ppl from an overcrowded wooden boat. All now safe now on board #savelivesatsea pic.twitter.com/swQ97PWw7j
— SavetheChildren News (@SaveUKNews) 25 de julio de 2017
Código de conducta
El flujo migratorio irregular hacia Italia y Grecia por la ruta del Mediterráneo central sigue siendo elevado. Durante la jornada de este lunes fueron rescatados cerca de 600 migrantes en seis operaciones distintas. En lo que va de año, han sido desembarcados en puertos del sur de Italia un total de 93.417 ciudadanos, un 5,72 % más que hace un año, en su mayoría procedentes de Libia, según datos oficiales italianos.
En el rescate y posterior traslado de estas personas a los puertos del sur de Italia participan una quincena de ONG de varias nacionalidades que este martes se reunían con el ministro del Interior italiano, Marco Minniti, para estudiar un código de conducta secundado por la Unión Europea.
Este código, según los medios italianos, prohibiría a las embarcaciones el traspaso de migrantes rescatados a otras naves, entrar en aguas libias o emitir señales luminosas que puedan avisar a los traficantes de su presencia, ya que algunas han sido acusadas de transportar ilegalmente a personas. También exigiría la presencia en los barcos de las ONG de un oficial judicial y la declaración de sus fuentes de financiación.
"Por lo visto sólo necesitamos códigos de conducta y fanáticos extremistas con antecedentes penales dificultando la tarea de salvar vidas", criticó Oscar Camps, de Proactiva, en referencia al buque que la organización fascista Generación Identitaria quiere desplegar para "vigilar" a las ONG y devolver a Libia a los migrantes que encuentren cerca de las costas europeas.
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